Las estructuras de construcción requieren materiales que ofrezcan resistencia, durabilidad y fiabilidad a largo plazo frente a diversas cargas y condiciones ambientales. Las hojas de acero inoxidable laminado a calor desempeñan un papel importante en este ámbito, especialmente en estructuras que deben resistir la corrosión, altas temperaturas o demandas estructurales significativas.
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El proceso de laminado a calor produce material en espesores considerables (generalmente > 3 mm), lo que lo hace ideal para elementos estructurales portantes como vigas, columnas, placas base, refuerzos y conexiones. El acero inoxidable laminado a calor combina la capacidad de carga del acero tradicional con la inherente resistencia a la corrosión del cromo y el níquel (en grados austeníticos como el 304 o el 316).
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En entornos agresivos, como áreas industriales con atmósfera corrosiva o cerca del mar (usando grados adecuados), el acero inoxidable laminado a calor para estructuras evita la necesidad de recubrimientos protectores y el mantenimiento constante asociado a ellos. Esto reduce los costos del ciclo de vida del edificio o la infraestructura.
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Además, el acero inoxidable tiene un buen comportamiento frente al fuego en comparación con el acero al carbono (mantiene mejor su resistencia a altas temperaturas) y puede ser diseñado para estructuras sismorresistentes gracias a su tenacidad y ductilidad. Su uso en puentes, edificios de alto perfil, estadios y plantas industriales subraya la importancia de las hojas de acero inoxidable laminado a calor como un material de construcción resistente y duradero.